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sábado, 15 de junio de 2019

Absceso Retrofaringeo



El absceso retrofaríngeo es una colección de pus en el espacio retrofaríngeo del cuello, el cual se extiende desde la base del cráneo (su límite superior) hasta el mediastino en su límite inferior a nivel de la segunda vértebra torácica. En su borde anterior está delimitado por la pared posterior de la faringe, y en su borde pos- terior, por la fascia alar de la fascia cervical profunda.4,5
Se trata de una entidad usualmente descrita en ni- ños. Más del 95% de los casos ocurren en menores de seis años, siendo poco común en adultos. Un estudio reporta 51 casos de abscesos retrofaríngeos en adul- tos en un periodo amplio de estudio de 1970-1995.6
Es causada por organismos aeróbicos como el es- treptococo beta hemolítico, Staphylococcus aureus, organismos anaerobios como Bacteroides y Veillo- nella y Gram negativos como Haemophilus parain- fluenzae y Bartonella henselae.
La presentación clínica varía de acuerdo con el grupo etario que se estudie. Los principales síntomas en adul- tos son faringodinia, disfagia, odinofagia, dolor cervical y disnea. En niños menores de un año, son más comu- nes faringodinia, fiebre, rigidez de nuca, odinofagia y tos. Los síntomas en niños incluyen fiebre, inflamación cervical, pobre alimentación, rinorrea, letargia y tos.

Síntomas

Los principales síntomas de un absceso retrofaríngeo son dificultad y dolor al tragar, fiebre y aumento de tamaño de los ganglios linfáticos del cuello. La voz se apaga, y en los niños puede haber babeo. El cuello suele estar rígido, y es probable que los niños sostengan la cabeza en un cierto ángulo.

El absceso bloquea las vías respiratorias, haciendo difícil y ruidosa la respiración, sobre todo al inhalar (un síntoma denominado estridor). Para facilitar la respiración, puede hacerse que el niño se tumbe sobre su espalda, incline la cabeza y el cuello hacia atrás, y levante la barbilla. Los adultos pueden sentir un intenso dolor en el cuello, pero no siempre tienen estridor.

Las complicaciones incluyen sangrado alrededor del absceso, rotura del absceso dentro de las vías respiratorias (lo que puede bloquearlas) y neumonía. Es posible que se produzca un espasmo de la laringe y se haga aún más difícil la respiración. También pueden formarse coágulos de sangre en las venas yugulares del cuello. La infección puede extenderse al tórax. A veces la inflamación se extiende por todo el cuerpo y el torrente sanguíneo resulta infectado, lo que provoca disfunción orgánica (una afección denominado choque séptico).



Diagnóstico

Radiografías y tomografía computarizada

El médico sospecha la enfermedad en los niños que tengan un intenso e inexplicable dolor de garganta, rigidez del cuello y respiración ruidosa.

Las radiografías y la tomografía computarizada (TC) del cuello confirman el diagnóstico.





Tratamiento

Antibióticos

Tubo de respiración seguido de cirugía para drenar el absceso

La mayoría de los niños mejoran con tratamiento inmediato. Los abscesos retrofaríngeos suelen requerir drenaje quirúrgico.

Primero se administran antibióticos, como ceftriaxona o clindamicina, por vía intravenosa.

Tanto en los niños como en los adultos, se inserta un tubo de respiración de plástico a través de la boca hasta la tráquea para mantener las vías respiratorias abiertas. El médico practica entonces una incisión en el absceso, lo que permite el drenaje del pus.



Fuente:
https://www.medigraphic.com/pdfs/abc/bc-2016/bc163n.pdf